¿Quién no ha oído hablar de manchas solares?
Como interpretar los datos solares
SFI:Flujo solar. Mide cuanta radiación envía el sol hacia la tierra. Cuanto más alto sea mejores condiciones en HF. El más bajo es 70, por encima de 100 se abren las bandas.
SN: Número de manchas solares. Cuantas más manchas tenga el sol en su superficie mejor para la propagación. Cuando hay 50 o más se abre la propagación.
A: El índice A nos dice como estuvo de activo el campo magnético en las 24 horas. Tranquilo de 0 a 15, con tormenta magnética puede llegar a 400. Menor de 15 quiere decir buenas condiciones para HF.
K: El índice K indica el estado actual del campo magnético. Cuando baja a 3 o menos las condiciones son mejores. 0= Tranquilo y 8= tormenta magnética.
Lo que el Radioaficionado debe saber sobre la propagación de las ondas electromagnéticas y los ciclos de las manchas solares
Se completa uno de los ciclos solares más débiles registrados MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La NASA considera que un máximo de actividad en el presente ciclo solar está teniendo lugar en 2014. Tras un misterioso bajón de actividad a partir de 2008 y 2009, el más acentuado en un siglo, los físicos solares se preguntaban cuando regresaría un nuevo periodo de alta actividad.
Ya hay respuesta. "Ha vuelto", dice Dean Pesnell, del Centro de Vuelo Espacial Goddard. "El máximo solar ha llegado." Pesnell es un miembro destacado del Grupo de Predicción del Ciclo Solar de NOAA / NASA.
La duración de un ciclo solar no es fácil de determinar. Aunque los libros de texto lo determinan en 11 años, el ciclo real puede tomar de 9 a 14 años en completarse.
Algunos máximos de ciclo solar son fuertes, otros débiles y, a veces, como sucedió durante casi 70 años en el siglo XVII, el ciclo solar puede desaparecer por completo.
Pesnell apunta a una serie de factores que indican condiciones de un máximo solar en 2014: "El campo magnético del Sol se ha movido de un tirón, estamos empezando a ver el desarrollo de grandes agujeros coronales y cantidad de manchas solares".
Otro científico, Doug Bieseker, del Centro de Predicción del Clima Espacial de NOAA, está de acuerdo con Pesnell y confirma que el máximo de actividad solar se está produciendo, aunque admite que no es muy impresionante.
'MINI-MAX'
"Este ciclo solar sigue figurando entre los más débiles de la historia," comenta Ron Turner, de Analytic Services, que sirve como asesor científico senior de programa de Conceptos Avanzados de la NASA.
Los investigadores creen que la erupción fue tan significativa como el icónico Evento Carrington de 1859. Si la"super tormenta" 2012 había golpeado la Tierra, el daño a las redes eléctricas y los satélites habría sido significativo.
Para ilustrarlo, se traza el número de manchas solares en este ciclo y se compara con los 23 ciclos previos desde 1755. "En el registro histórico, hay sólo unos pocos máximos de actividad solar más débiles que éste."
Como resultado, muchos investigadores han comenzado a llamar el pico en curso un "Mini-Max". Pesnell cree que el Ciclo Solar 24 comenzará a decaer en 2015.
Irónicamente, es cuando podrían producirse las erupciones y tormentas magnéticas más grandes. Biesecker ha analizado los registros históricos de la actividad solar y encontró que la mayoría de los grandes eventos, como llamaradas fuertes y tormentas geomagnéticas significativas ocurren típicamente en la fase descendente de los ciclos solares, incluso las más débiles.
De hecho, este "Mini-Max" ya ha desatado una de las tormentas más fuertes registradas en la historia registrada. El 23 de julio de 2012, una nube de plasma salió disparada del sol a 3.000 kilómetros por segundo, más de cuatro veces más rápido que una erupción típica. La tormenta atravesó la órbita terrestre, pero, afortunadamente, la Tierra no estaba allí.
Aperturas en las bandas y ciclos solares.
La radiación proveniente del Astro Rey no es constante, sino que sufre subidas y bajadas en un período de aproximadamente 11 años. Este período es lo que conocemos como Ciclo Solar.
A lo largo del punto más bajo de este ciclo, como por ejemplo estos últimos cuatro años, la radiación solar crea una región F extremadamente débil, y las aperturas en HF son de unas pocas horas hacia el mediodía, o bien no se producen en absoluto.
Esto es lo que ha pasado recientemente en la bandas de 10 y 11 metros.
En contraste a ello, durante la cresta del ciclo la radiación solar media crea una región F lo suficientemente densa como para propagar las señales en estas frecuencias a lo largo de todo el mundo, y durante las horas diurnas.
Las predicciones generales de propagación pueden ser realizadas con años de antelación debido a la predictabilidad de las subidas y bajadas de la actividad solar.
El descubrimiento y consecuente estudio del ciclo solar tiene una larga e interesante historia que es importante conocer para entender perfectamente lo que va a pasar ahora en el ciclo 23.
Esta historia comienza con las primeras observaciones de unas curiosas manchas en la superficie solar, conocidas como manchas solares...
Descubrimiento del ciclo de las manchas solares.
Los primeros registros conocidos por parte de los astrónomos chinos con respecto a la observación de una serie de manchas en el sol datan de 20 siglos atrás, y el célebre Galileo las redescubrió con su telescopio en 1611.
No obstante permanecieron como poco más que curiosidades hasta que Rudolph Wolf, del Observatorio de Zurich, en Suiza, inventó un método para contar y clasificar las manchas solares en el año 1849.
Durante el análisis de las observaciones realizadas, Wolf descubrió que las manchas iban y venían a lo largo de ciclos regulares de unos 11 años de duración. Entonces, numeró retrospectivamente los ciclos desde los datos más antiguos tomados en 1755, nombrando al ciclo de ése año como Ciclo 1.
Ahora estamos en el Ciclo 23 correspondiente a las mismas series de Wolf inventadas casi 150 años atrás.
El método Wolf para contar las manchas solares consta de diferentes series de fórmulas, unas para contar manchas individuales, otras para contar grupos de ellas. También incluye un factor de escala que corrige las condiciones específicas del observador.
El número Wolf de manchas varía comúnmente desde cero (que corresponde al punto más bajo) hasta más de doscientos (en la cresta de los ciclos más altos). Por ejemplo, durante la primavera y el verano de 1996 hubo numerosos días en los que el sol se encontró sin ninguna mancha en absoluto, resultando en consecuencia un número Wolf de valor cero.
Las manchas solares no aparecen de manera aleatoria, ni mucho menos, sino que lo hacen en un patrón cíclico.
En los albores de los nuevos ciclos, las manchas aparecen en latitudes solares superiores a los 30º Norte, y usualmente en parejas a ambos lados del ecuador solar.
En tanto el ciclo va progresando, las manchas van emergiendo cada vez más cerca de la sección central del astro, y se van incrementando en tamaño y número. Después, mientras el ciclo va declinando, su tamaño y número van decreciendo, aunque continúan formándose más y más cerca del ecuador solar.
En el breve período de más o menos un año, las manchas solares asociadas con la muerte del ciclo aparecen cerca del ecuador, a la vez que las manchas asociadas al advenimiento del nuevo ciclo aparecen sobre las altas latitudes mencionadas anteriormente.
Los físicos solares marcan el punto de división entre el ciclo viejo y el nuevo cuando el número de manchas del centro y de las latitudes altas es más o menos el mismo.
Esta decisión puede ser tomada solamente una vez vivido el citado momento, pero todo indica que el final del Ciclo 22 y el comienzo del Ciclo 23 tuvo lugar en algún momento de los últimos días del verano de 1996.
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